FERMÍN VALE AMESTI – ALBANASHAR AL WALI
Fermín Vale Amesti nació el 25 de septiembre de 1923 en Encontrados, estado Zulia, Venezuela. Hijo de Manuel Ignacio Vale Nava y Rafaela Amesti de Vale.
También conocido como Albanashar Al-Wâli, recibió la Iniciación Masónica en la Respetable Logia “Lealtad” Nº 19, el 4 de octubre de 1947. Durante el período 1957-59 se desempeñó como Venerable Maestro de la Gran Logia de la República de Venezuela y con un grupo de Hermanos Masones, impulsó el levantamiento de columnas de la Respetable Logia “Gandhi” Nº 114.
Al haber asimilado los Principios de la Doctrina Metafísica Universal, expuestos por René Guenón, una de sus grandes preocupaciones fue restaurar la Tradición Iniciática en occidente y ayudar a disipar las tinieblas existentes en relación con las Ciencias Sagradas. Por tal motivo, en el año 1976 promovió la creación de la Asociación Civil Independiente de Estudios Tradicionales (C.I.D.E.T), con la finalidad de darle una mayor difusión a las disciplinas o ciencias tradicionales. Esta asociación, luego de un fructífero trabajo cesó en sus actividades después del año 2002.
Acucioso investigador, de altísimo desarrollo espiritual, el Maestro de Caracas realizó una prolija Obra, casi toda sin publicar. Durante años, a solicitud de Logias y algunas organizaciones, dictó numerosas charlas y talleres, relacionados con las ciencias tradicionales.
Así mismo se dio a la tarea de dejar plasmado por escrito el producto de sus investigaciones y estudios doctrinales, así como de su experiencia y vivencias personales en el mundo espiritual. Consecuencialmente, tratando permanentemente de orientar a los auténticos buscadores de la Verdad, realizó un extenso y minucioso trabajo enmarcado dentro de tres grandes principios: 1. Buscáis y encontrareis. 2. Tocad y se os abrirá. 3. Pedid y se os dará.
Paralelamente se dedicó a enseñar paciente y generosamente, a un considerable número de masones y búscadores de la Iniciación, que ávidos de conocimiento tocaban a su puerta, y en todo momento ayudó incondicionalmente a quienes con firmes propósitos espirituales y en búsqueda de la Luz, solicitaban orientación para realizar su trabajo interior. Fue un excelente instructor.
De igual manera mantuvo importantes y fraternales vínculos con muchísimas autoridades en el campo esotérico, en América y Europa, a quienes visitaba de vez en cuando. Pasó al Or:. Ete:. en Caracas, Venezuela, el 12 de agosto de 1999, el mismo día del último eclipse solar del siglo XX.